Insecticidas organofosforados

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Last reviewed: 29.06.2025

Los insecticidas organofosforados (OPIS) son un grupo de sustancias químicas que contienen fósforo en sus moléculas, ampliamente utilizadas para proteger a las plantas de diversas plagas. Estos insecticidas actúan inhibiendo enzimas esenciales en el organismo del insecto, lo que provoca su parálisis y muerte. Han tenido un impacto significativo en la agricultura, proporcionando una protección eficaz contra una amplia gama de insectos.

Objetivos e importancia en la agricultura y la horticultura

El objetivo principal del uso de insecticidas organofosforados es aumentar la productividad agrícola protegiendo las plantas de plagas como insectos, ácaros y otros parásitos. En horticultura y jardinería, se utilizan para proteger cultivos como frutas, hortalizas y plantas ornamentales. Estos insecticidas reducen significativamente los daños causados por plagas de insectos, lo que se traduce en una mejor calidad y un mayor rendimiento de los cultivos.

Relevancia del tema

El estudio y el uso adecuado de los insecticidas organofosforados es un tema relevante, ya que su uso eficaz y seguro requiere una atención minuciosa. El uso incorrecto o la aplicación excesiva pueden generar resistencia en los insectos, además de afectar negativamente al medio ambiente y la salud humana. El conocimiento de los insecticidas organofosforados es fundamental para minimizar los riesgos y garantizar la sostenibilidad agrícola.

La historia de los insecticidas organofosforados (OPIS)

Los insecticidas organofosforados (OPIS) desempeñan un papel fundamental en el control de plagas y son un componente importante de la agricultura y la silvicultura. Su historia comenzó en la primera mitad del siglo XX, cuando los científicos comenzaron a explorar los compuestos organofosforados con el objetivo de crear agentes fitosanitarios más eficaces y duraderos.

1. Primeras investigaciones y descubrimientos

El primer interés en los compuestos organofosforados surgió en la década de 1930, cuando los científicos comenzaron a explorar productos químicos fosforados como posibles medios para eliminar plagas de insectos. Los experimentos iniciales con compuestos organofosforados se centraron en el desarrollo de alternativas más seguras a los insecticidas organoclorados, como el DDT. En aquel entonces, los productos químicos fosforados demostraron una alta toxicidad para los insectos, lo que los convertía en agentes de protección potencialmente eficaces.

2. Los primeros insecticidas organofosforados comercialmente exitosos

En la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, los compuestos organofosforados atrajeron la atención del ejército como agentes químicos para combatir plagas, incluyendo insectos. Tras la guerra, se inició la investigación comercial, basada en desarrollos militares, con el objetivo de aplicar insecticidas organofosforados en la agricultura. En 1947, apareció el primer insecticida organofosforado comercial, el malatión, que se popularizó rápidamente gracias a su alta eficacia contra una amplia gama de insectos. Se utilizaba en la agricultura y para proteger la salud humana de enfermedades transmitidas por insectos.

3. Desarrollo y uso

Desde principios de la década de 1950, los insecticidas organofosforados se generalizaron en la agricultura. Presentaban una mayor toxicidad para los insectos que muchos compuestos organoclorados utilizados anteriormente, como el DDT. El Opis se popularizó en la lucha contra plagas, como las de insectos en diversos cultivos, como el algodón, el tabaco, las hortalizas y las frutas. Algunos de los compuestos más conocidos de este grupo son el paratión, el diazinón y el clorpirifos.

4. Seguridad y cuestiones ecológicas

Si bien los insecticidas organofosforados fueron eficaces, su uso generó nuevos problemas ecológicos y toxicológicos. Estos compuestos presentaron una alta toxicidad no solo para los insectos, sino también para otros organismos, incluyendo insectos benéficos como las abejas y otros animales. La alta volatilidad y la capacidad de los insecticidas organofosforados para acumularse en los ecosistemas, contaminando el suelo y los cuerpos de agua, se convirtieron en problemas importantes. Como resultado, muchos de estos compuestos fueron sujetos a restricciones y prohibiciones en ciertos países a partir de finales de la década de 1970.

5. Enfoques y desafíos modernos

Hoy en día, los insecticidas organofosforados siguen utilizándose ampliamente; sin embargo, su aplicación es limitada debido a problemas ambientales y de seguridad. Los problemas de resistencia de los insectos, la resistencia a los insecticidas organofosforados y su eficacia cada vez menor se han convertido en preocupaciones importantes en la protección fitosanitaria moderna. Para prevenir el desarrollo de resistencia, los científicos están desarrollando activamente nuevos compuestos y métodos, combinando insecticidas organofosforados con métodos biológicos y mecánicos de control de plagas.

Así, la historia de los insecticidas organofosforados es un recorrido desde los descubrimientos revolucionarios y las aplicaciones exitosas hasta el reconocimiento de sus problemas ecológicos y toxicológicos, que llevaron a la búsqueda de métodos de protección de las plantas más seguros y sostenibles.

Clasificación

Los insecticidas organofosforados se dividen en varios grupos según su estructura química, mecanismo de acción e impacto en los insectos. Estos incluyen:

  1. Organofosforados: el grupo más común de insecticidas organofosforados, que incluye sustancias como el malatión, el paratión y el diazinón. Actúan inhibiendo la actividad de la acetilcolinesterasa, interrumpiendo la transmisión de los impulsos nerviosos en los insectos.
  2. Ésteres fosfoorgánicos: sustancias químicas en las que el fósforo está unido al carbono a través de un enlace éster, como el triexpen y el piraclofeno.
  3. Nuevas clases de compuestos organofosforados: compuestos sintéticos, como sales de isopropilamina y piperazinas, con mecanismos de acción específicos y alta resistencia a las condiciones externas.

1. Por estructura química

Los insecticidas organofosforados se pueden clasificar según la estructura de sus moléculas, que determina sus propiedades fisicoquímicas y su actividad contra diferentes especies de insectos.

  • Insecticidas organofosforados alifáticos: estos compuestos químicos contienen cadenas de carbono en su estructura. Un ejemplo es el malatión (uno de los primeros productos que utiliza compuestos organofosforados para proteger las plantas).
  • Insecticidas organofosforados aromáticos: estos insecticidas tienen un anillo aromático con átomos de fósforo. Un ejemplo es el trimetafos.
  • Insecticidas organofosforados clorados: En estos productos, el fósforo está unido a átomos de cloro. Un ejemplo es el clorpirifos, un insecticida popular basado en compuestos organofosforados.

2. Por mecanismo de acción

El principal mecanismo de acción de los insecticidas organofosforados consiste en inhibir la enzima acetilcolinesterasa, lo que altera la transmisión nerviosa normal y causa parálisis en los insectos. Según su efecto sobre el sistema nervioso, los insecticidas organofosforados se clasifican de la siguiente manera:

  • Insecticidas que inhiben la acetilcolinesterasa: estas sustancias bloquean la actividad de la acetilcolinesterasa, lo que provoca la acumulación de acetilcolina en las sinapsis nerviosas y la interrupción de la transmisión del impulso nervioso. Ejemplos: malatión, metamidofos, clorpirifos.
  • Insecticidas que afectan a otras enzimas: algunos compuestos organofosforados afectan a otras enzimas implicadas en la transmisión nerviosa. Ejemplos: dimetoato, fosfamidón.

3. Por duración de la acción

Los insecticidas organofosforados pueden variar en su duración de acción, lo que afecta la frecuencia de los tratamientos de las plantas y la eficiencia económica.

  • Insecticidas de acción prolongada: estos productos tienen un efecto duradero y pueden controlar las poblaciones de plagas durante varias semanas o meses. Ejemplo: clorpirifos.
  • Insecticidas de acción corta: estos productos actúan rápidamente, pero su efecto desaparece rápidamente, por lo que requieren tratamientos repetidos. Ejemplo: malatión.

4. Por área de aplicación

Los insecticidas organofosforados se pueden clasificar según su área de aplicación:

  • Insecticidas agrícolas: estos productos se utilizan para proteger los cultivos agrícolas de plagas de insectos. Ejemplos: clorpirifos, malatión.
  • Insecticidas para la protección de la salud pública: estos productos se utilizan para eliminar vectores de enfermedades, como mosquitos y cucarachas. Ejemplos: metamidofos, malatión.
  • Insecticidas domésticos: estos productos se utilizan para eliminar plagas domésticas. Ejemplo: dimetoato.

5. Por toxicidad

Los insecticidas organofosforados se pueden clasificar según su nivel de toxicidad para los seres humanos, los animales y el medio ambiente:

  • Productos altamente tóxicos: estos insecticidas son altamente tóxicos y pueden causar intoxicación en humanos y animales. Ejemplos: metamidofos, paratión.
  • Productos moderadamente tóxicos: estos productos tienen una toxicidad moderada, lo que los hace menos peligrosos, pero aun así requieren precaución al usarlos. Ejemplo: malatión.
  • Productos de baja toxicidad: estos productos tienen una toxicidad relativamente baja para humanos y animales, pero aun así son eficaces contra insectos. Ejemplo: dimetoato.

6. Por tipo de efecto

Los insecticidas organofosforados pueden actuar tanto por contacto como por vía sistémica:

  • Insecticidas de contacto: estos productos actúan al entrar en contacto con un insecto. Penetran rápidamente en su cuerpo a través de su cubierta externa. Ejemplo: malatión.
  • Insecticidas sistémicos: estos productos penetran en las plantas y se extienden por ellas, lo que les permite afectar a las plagas que se alimentan de la savia. Ejemplo: fosfamidón.

7. Por método de aplicación

Los insecticidas organofosforados se pueden clasificar según el método de aplicación:

  • Productos en aerosol: estos insecticidas se aplican a las plantas en forma de soluciones o emulsiones. Ejemplo: clorpirifos.
  • Productos para el suelo: estos insecticidas se aplican al suelo antes de la siembra o durante el crecimiento de las plantas. Ejemplo: metamidofos.

Mecanismo de acción

Cómo afectan los insecticidas al sistema nervioso de los insectos

Los insecticidas organofosforados bloquean la actividad de la acetilcolinesterasa, una enzima que normalmente descompone el neurotransmisor acetilcolina en las sinapsis de las células nerviosas. Esto provoca la acumulación de acetilcolina, lo que provoca una estimulación constante de las células nerviosas y provoca la parálisis del insecto. En algunos casos, estos insecticidas también pueden afectar los canales de sodio en las células, alterando el funcionamiento normal del sistema nervioso.

Efecto sobre el metabolismo de los insectos

Los insecticidas organofosforados también pueden afectar las enzimas implicadas en el metabolismo de los insectos. Esto incluye la inhibición del sistema de actividad antioxidante, lo que provoca daño celular y tisular. La alteración del metabolismo puede causar la muerte del insecto por envenenamiento por subproductos metabólicos.

Ejemplos de mecanismos moleculares de acción

  • Inhibición de la acetilcolinesterasa: la mayoría de los insecticidas organofosforados funcionan uniéndose a la acetilcolinesterasa, bloqueando su actividad e interrumpiendo la neurotransmisión.
  • Efecto sobre los canales de sodio: algunos insecticidas organofosforados actúan sobre los canales de sodio de membrana, provocando su activación anormal y dando lugar a la parálisis del insecto.

Ejemplos de productos de este grupo

Ventajas y desventajas

Productos como el malatión, el paratión y el diazinón son altamente eficaces contra una amplia gama de insectos. Eliminan rápidamente las plagas y tienen un amplio espectro de actividad. Sin embargo, también presentan desventajas, como su alta toxicidad para insectos benéficos (p. ej., abejas) y animales, así como su alta volatilidad y resistencia a la degradación ambiental, lo que puede provocar la contaminación del suelo y el agua.

Ejemplos de productos

  • Malatión: Se utiliza para proteger hortalizas, frutas y cultivos en horticultura y agricultura. Eficaz contra pulgones, trips y otras plagas.
  • Paratión: se utiliza en la agricultura para proteger contra una amplia gama de plagas, como moscas y escarabajos.
  • Diazinón: eficaz contra muchas plagas del suelo e insectos dañinos como larvas, trips y otros.

Impacto ambiental

  • Impacto en los insectos beneficiosos

Los insecticidas organofosforados pueden ser tóxicos para insectos benéficos como las abejas y las mariquitas. Las abejas, que desempeñan un papel importante en la polinización, pueden morir al entrar en contacto con el insecticida, lo que altera el equilibrio del ecosistema y reduce el rendimiento de los cultivos.

  • Niveles residuales de pesticidas en el suelo, el agua y las plantas

Algunos insecticidas organofosforados pueden permanecer en el suelo, el agua y las plantas durante largos periodos. Esto puede provocar contaminación ambiental y la acumulación de sustancias tóxicas en las cadenas alimentarias.

  • Fotoestabilidad y degradación de insecticidas en la naturaleza

Los insecticidas organofosforados presentan una fotoestabilidad variable, lo que afecta su degradación en la naturaleza. Algunas sustancias se descomponen rápidamente con la luz solar, mientras que otras persisten en el medio ambiente y pueden contaminar los ecosistemas.

  • Biomagnificación y acumulación en las cadenas alimentarias

Los insecticidas organofosforados pueden acumularse en los tejidos de plantas y animales, lo que provoca biomagnificación en las cadenas alimentarias. Esto puede provocar la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo de personas y animales que consumen productos contaminados.

El problema de la resistencia de los insectos a los insecticidas

Causas de la resistencia

Los insectos pueden desarrollar resistencia a los insecticidas organofosforados mediante cambios genéticos que les permiten sobrevivir tras la exposición al insecticida. Esto puede deberse a mutaciones que aumentan su capacidad para metabolizar o excretar sustancias tóxicas.

Ejemplos de plagas resistentes

  • Escarabajo de la patata: con el desarrollo de resistencia a diversos insecticidas, incluidos los productos organofosforados, el escarabajo de la patata se ha vuelto difícil de controlar en algunas regiones.
  • Pulgones: en algunos casos, los pulgones han desarrollado resistencia a los insecticidas organofosforados, lo que los hace más resistentes a los tratamientos.

Métodos para prevenir la resistencia

Para prevenir la resistencia, es importante rotar insecticidas con diferentes modos de acción, utilizar tratamientos combinados y aplicar métodos de control de plagas biológicos y mecánicos.

Uso seguro de insecticidas

  • Preparación de soluciones y dosificaciones

Al usar insecticidas organofosforados, es importante seguir estrictamente las instrucciones de dosificación del envase. Su uso excesivo puede provocar contaminación ambiental y resistencia en las plagas.

  • Uso de equipo de protección

Se debe usar equipo de protección como guantes, máscaras y gafas protectoras para evitar el contacto de los insecticidas con la piel y el sistema respiratorio.

  • Recomendaciones para el tratamiento de plantas

El tratamiento debe realizarse temprano por la mañana o al atardecer para evitar afectar a las abejas y otros insectos benéficos. Se deben tener en cuenta las condiciones climáticas, como la ausencia de lluvia y vientos suaves, para mejorar la eficacia del tratamiento.

  • Periodos de espera antes de la cosecha

Después de aplicar insecticidas, es importante observar los períodos de espera antes de la cosecha para minimizar el riesgo de residuos de pesticidas en los cultivos.

Alternativas a los insecticidas químicos

  • Insecticidas biológicos

El uso de enemigos naturales de las plagas, como los entomófagos (insectos depredadores), puede ser una alternativa eficaz a los insecticidas químicos.

  • Insecticidas naturales

Existen muchos insecticidas naturales, como el aceite de neem, las infusiones de ajo y las soluciones de tabaco, que son ecológicos y seguros para los humanos.

  • Trampas de feromonas y otros métodos mecánicos

Las trampas de feromonas pueden atraer y capturar plagas, minimizando la necesidad de tratamientos químicos.

Ejemplos de los insecticidas más populares de este grupo

Nombre del producto

Ingrediente activo

Mecanismo de acción

Área de aplicación

Malatión

Malatión

Inhibición de la acetilcolinesterasa

Agricultura, horticultura

Paratión

Paratión

Inhibición de la acetilcolinesterasa

Protección de cultivos hortícolas

Diazinón

Diazinón

Inhibición de la acetilcolinesterasa

Agricultura, horticultura

Riesgos y precauciones

  • Impacto en la salud humana y animal

Los insecticidas organofosforados pueden ser tóxicos para los humanos y los animales, especialmente con el contacto prolongado o el uso inadecuado.

  • Síntomas de intoxicación por insecticidas

La intoxicación puede manifestarse como dolores de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad y, en casos graves, convulsiones y pérdida del conocimiento.

  • Primeros auxilios en caso de intoxicación

En caso de intoxicación, retire inmediatamente a la persona o al animal del área, enjuague los ojos y la piel y busque atención médica.

Conclusión

Los insecticidas organofosforados son un medio eficaz para proteger las plantas de las plagas. Sin embargo, su uso requiere precaución y el cumplimiento de las normas de seguridad para minimizar los impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente.

  • Recordatorio de medidas de seguridad

Seguir instrucciones, utilizar equipos de protección y observar los períodos de espera antes de la cosecha son medidas importantes para el uso seguro de insecticidas.

  • Llamamiento al uso de métodos de control de plagas más seguros y ecológicos

Es importante buscar e implementar activamente métodos de control de plagas más seguros y ecológicos, como el control biológico y el uso de insecticidas naturales.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué son los insecticidas organofosforados?
Los insecticidas organofosforados son un grupo de sustancias químicas que contienen fósforo y se utilizan para eliminar plagas de insectos. Actúan inhibiendo la actividad de la enzima acetilcolinesterasa, lo que altera la transmisión normal de los impulsos nerviosos en los insectos.

¿Cómo afectan los insecticidas organofosforados a los insectos?
Los insecticidas organofosforados afectan el sistema nervioso de los insectos al inhibir la acetilcolinesterasa, la enzima que descompone el neurotransmisor acetilcolina. Esto provoca la acumulación de acetilcolina en las sinapsis, lo que provoca la estimulación continua de las células nerviosas, la parálisis y la muerte del insecto.

¿Qué insecticidas pertenecen al grupo de los organofosforados?
Este grupo incluye productos como el malatión, el paratión, el diazinón y el clorpirifos. Estas sustancias son eficaces contra diversas plagas, como insectos, ácaros y larvas.

¿Cuáles son las ventajas de los insecticidas organofosforados?
Los insecticidas organofosforados presentan una alta toxicidad para los insectos, lo que los hace eficaces contra una amplia gama de plagas. Actúan rápidamente, lo que permite la rápida eliminación de las amenazas a los cultivos agrícolas.

¿Cuáles son las desventajas de los insecticidas organofosforados?
Entre ellas, destacan su toxicidad para insectos benéficos (p. ej., abejas), animales y seres humanos si no se aplican correctamente. Además, pueden persistir en el medio ambiente, contaminando el suelo y el agua, lo que aumenta los riesgos ecológicos.

¿Cómo afectan los insecticidas organofosforados al medio ambiente?
Estos insecticidas pueden acumularse en el suelo y el agua, contaminando los ecosistemas. Además, son tóxicos para insectos benéficos, como las abejas y los insectos depredadores, lo que altera el ecosistema y reduce la biodiversidad.

¿Qué es la biomagnificación en el contexto de los insecticidas organofosforados?
La biomagnificación es el proceso de acumulación de sustancias tóxicas, como los insecticidas organofosforados, en las cadenas alimentarias. Estas sustancias pueden acumularse en los tejidos de animales y plantas, aumentando su concentración a medida que ascienden en la cadena alimentaria.

¿Cómo se puede prevenir la resistencia de los insectos a los insecticidas organofosforados?
Para prevenirla, se recomienda rotar productos con diferentes mecanismos de acción, usar tratamientos combinados y seguir las dosis e intervalos de aplicación recomendados para evitar el desarrollo de resistencia en las plagas.

¿Qué medidas de seguridad deben seguirse al usar insecticidas organofosforados?
Al trabajar con insecticidas organofosforados, se debe usar equipo de protección (guantes, mascarillas, gafas protectoras), respetar las dosis, realizar las aplicaciones en los momentos recomendados y respetar los intervalos de cosecha para minimizar los niveles de residuos en los cultivos.

¿Cuáles son las alternativas a los insecticidas organofosforados?
Entre ellas se incluyen los insecticidas biológicos (entomófagos, bacterias y hongos), los insecticidas naturales (p. ej., aceite de neem, infusiones de ajo) y los métodos mecánicos, como las trampas de feromonas y los pesticidas orgánicos, que son menos tóxicos para el medio ambiente y los organismos benéficos.