Insecticidas hormonales
Last reviewed: 29.06.2025

Los insecticidas hormonales son una clase de sustancias químicas que imitan o alteran los procesos hormonales de los insectos. Afectan el sistema endocrino de las plagas, alterando su desarrollo, metamorfosis y funciones reproductivas. Los insecticidas hormonales se utilizan ampliamente en la agricultura y la horticultura para el control eficaz de las poblaciones de plagas, reduciendo su número y previniendo daños a los cultivos.
Objetivos e importancia en la agricultura y la horticultura
El objetivo principal del uso de insecticidas hormonales es controlar las poblaciones de insectos plaga alterando sus ciclos de vida. Esto ayuda a reducir la cantidad de plagas, aumentar el rendimiento de los cultivos y mejorar la calidad del producto. En horticultura, los insecticidas hormonales se utilizan para proteger plantas ornamentales, árboles frutales y arbustos de diversos insectos, preservando su salud y atractivo estético. Debido a su especificidad, los insecticidas hormonales son un componente importante del manejo integrado de plagas (MIP), garantizando una agricultura sostenible y eficiente.
Relevancia del tema
Dado el crecimiento de la población mundial y la creciente demanda de alimentos, el manejo eficaz de las plagas de insectos se ha vuelto crucial. Los insecticidas hormonales ofrecen métodos de control más seguros y específicos para el medio ambiente en comparación con los insecticidas químicos tradicionales. Sin embargo, el uso inadecuado de insecticidas hormonales puede provocar el desarrollo de resistencia en las plagas y consecuencias ambientales negativas, como la reducción de las poblaciones de insectos benéficos y la contaminación del medio ambiente. Por lo tanto, el estudio de los mecanismos de acción de los insecticidas hormonales, su impacto en los ecosistemas y el desarrollo de métodos de aplicación sostenibles son aspectos clave de la agroquímica moderna.
Historia
Los insecticidas hormonales son un grupo de sustancias químicas que afectan el sistema hormonal de los insectos, alterando su desarrollo normal, lo que puede provocar la muerte o el cese de su reproducción. No matan a los insectos directamente, sino que bloquean sus procesos fisiológicos naturales, como la muda o la metamorfosis, alterando así su ciclo de vida. El desarrollo de estos insecticidas comenzó a mediados del siglo XX, y durante este período, evolucionaron de productos químicos experimentales a agentes fitosanitarios de uso generalizado.
- Primeras investigaciones y descubrimientos
La investigación sobre insecticidas hormonales comenzó con el estudio de la biología de la metamorfosis de los insectos. En las décadas de 1920 y 1930, los científicos comenzaron a reconocer la importancia de las hormonas en los procesos de muda y metamorfosis, en particular las que regulan la transformación de larvas en pupas y de pupas en adultos. Durante este periodo, se estableció que las hormonas de los insectos controlan su crecimiento, desarrollo y comportamiento.
En la década de 1930, un grupo de científicos comenzó a buscar sustancias que pudieran afectar el sistema hormonal de los insectos y utilizarlas como agentes de control de plagas. Uno de los primeros pasos en esta dirección fue el descubrimiento de que las hormonas exógenas introducidas en el cuerpo de un insecto podían interrumpir el proceso de muda. Poco después, los químicos comenzaron a desarrollar productos químicos sintéticos que pudieran imitar los efectos de estas hormonas y utilizarse en la agricultura.
- Desarrollo de los primeros productos
La primera ola de investigación sobre insecticidas hormonales tuvo lugar en la década de 1950. Uno de los primeros productos en utilizar el principio de acción hormonal fue la etiproximida, que interrumpía la muda de los insectos. Sin embargo, no fue tan eficaz como se esperaba y su uso no se generalizó. En la década de 1960, los químicos comenzaron a trabajar para mejorar estos productos y se sintetizó el propoxur, que resultó ser más eficaz y ambientalmente seguro.
Un logro significativo fue la creación de insecticidas que actúan sobre el proceso de metamorfosis. Estos productos comenzaron a utilizarse para controlar plagas como pulgones, moscas, gorgojos y muchas otras plagas agrícolas. Su ventaja residía en que afectaban a los insectos en diferentes etapas de su ciclo de vida, especialmente durante las etapas larvaria y pupal.
- Desarrollo rápido y uso de insecticidas hormonales
Las décadas de 1960 y 1970 presenciaron el uso generalizado de insecticidas hormonales en la agricultura. Los productos a base de clorfenapir, diflubenzurón y otros compuestos químicos se convirtieron en el principal medio para proteger diversos cultivos de las plagas. Fueron especialmente eficaces para combatir plagas de insectos en cultivos como el algodón, el tabaco, las hortalizas y las frutas. Estos productos actuaban sobre las hormonas exógenas de los insectos, bloqueando su capacidad de muda, lo que eventualmente provocaba su muerte o la interrupción de su desarrollo.
En este período también se observó el uso activo de insecticidas hormonales para proteger las plantas de enfermedades transmitidas por insectos. Estos productos se emplearon no solo en la agricultura, sino también en la silvicultura y en la lucha contra parásitos en el ámbito de la salud pública.
Cuestiones de seguridad y medio ambiente
A pesar de su alta eficacia, los insecticidas hormonales no estuvieron exentos de problemas. Demostraron ser altamente tóxicos no solo para los insectos, sino también para otros organismos, incluyendo insectos beneficiosos como las abejas y las mariquitas, así como para los animales. Su alta volatilidad y acumulación en los ecosistemas se convirtió en un grave problema. Los insecticidas hormonales contaminaron el suelo, los cuerpos de agua y las plantas, con consecuencias ambientales a largo plazo.
Además, muchos de estos productos causaban problemas de resistencia en los insectos, lo que reducía su eficacia con el tiempo. Como resultado, a finales de los años setenta y ochenta, se introdujeron restricciones al uso de algunos insecticidas hormonales, especialmente en países con normas ambientales avanzadas.
Enfoques y cuestiones modernas
Hoy en día, los insecticidas hormonales aún se utilizan, pero su aplicación se ha vuelto más limitada. Debido a preocupaciones de seguridad, muchos países han implementado estrictos requisitos ambientales y toxicológicos. Sin embargo, los insecticidas hormonales siguen siendo un componente importante del control de plagas en la agricultura y la silvicultura.
Problema de la resistencia y nuevos enfoques
Desde la década de 2010, se ha hecho evidente que los insecticidas hormonales, al igual que otros agentes químicos, presentan problemas de resistencia en los insectos. Muchas especies de plagas se han adaptado a estos productos, lo que reduce su eficacia. La resistencia se ha convertido en un tema importante para los investigadores, y numerosos estudios se han centrado en resolver este problema.
Un enfoque que se ha desarrollado activamente es la creación de insecticidas con acciones más específicas para evitar efectos destructivos en los ecosistemas. En concreto, se han desarrollado nuevas moléculas y combinaciones de sustancias para activar los procesos hormonales solo en ciertas especies de insectos, sin afectar a otras.
Otra solución ha sido el uso combinado de insecticidas hormonales con otros métodos de protección, como agentes biológicos o técnicas de manejo integrado de plagas. Este enfoque ha permitido reducir el uso de productos químicos, manteniendo al mismo tiempo una alta eficacia en la protección de las plantas.
Clasificación
Los insecticidas hormonales se clasifican según diversos criterios, como el tipo de hormona utilizada, el mecanismo de acción y el espectro de actividad. Los principales grupos de insecticidas hormonales incluyen:
- Moloskinal: análogo sintético de la hormona juvenil, utilizado para impedir el adecuado desarrollo de los insectos.
- Lyroil: insecticida hormonal que afecta la metamorfosis, provocando desorientación del desarrollo en las larvas.
- Tripectanil: insecticida que imita a los ecdisteroides, interrumpiendo los procesos de muda y metamorfosis.
- Virfenfurón: análogo sintético del efenfurón, utilizado para controlar plagas alterando su equilibrio hormonal.
- Depenrol: insecticida hormonal que afecta los procesos reproductivos de los insectos, reduciendo su capacidad de reproducción.
Cada uno de estos grupos tiene propiedades y mecanismos de acción únicos, lo que los hace adecuados para diferentes condiciones y para diversos cultivos.
Mecanismo de acción
Cómo afectan los insecticidas al sistema nervioso de los insectos
- Los insecticidas hormonales afectan el sistema nervioso de los insectos modulando las señales hormonales que controlan el desarrollo y la metamorfosis. Estos insecticidas imitan o bloquean la acción de las hormonas naturales, como la hormona juvenil y los ecdisteroides, lo que altera los procesos normales de crecimiento y desarrollo de los insectos.
Impacto en el metabolismo de los insectos
- La alteración de las señales hormonales provoca interrupciones en procesos metabólicos como la alimentación, la reproducción y el movimiento. Esto reduce la actividad y la vitalidad de las plagas, controlando eficazmente sus poblaciones y previniendo daños a las plantas.
Ejemplos de mecanismos moleculares de acción
- Los insecticidas hormonales, como el moloskinal, se unen a los receptores de la hormona juvenil, bloqueando su acción e impidiendo el desarrollo larvario normal. Otros insecticidas, como el tripectanil, imitan la acción de los ecdiesteroides, alterando los procesos de muda y transformación. Estos mecanismos moleculares garantizan una alta eficacia de los insecticidas hormonales contra diversas plagas de insectos.
Diferencia entre contacto y acción sistémica
- Los insecticidas hormonales pueden tener acción de contacto o sistémica. Los insecticidas hormonales de contacto actúan directamente al entrar en contacto con los insectos, penetrando a través de la cutícula o las vías respiratorias y causando alteraciones locales del equilibrio hormonal. Los insecticidas hormonales sistémicos penetran en los tejidos vegetales y se distribuyen por todas sus partes, proporcionando protección a largo plazo contra las plagas que se alimentan de diversas partes de la planta. La acción sistémica permite el control de plagas durante un período más prolongado y con un espectro de aplicación más amplio.
Ejemplos de productos de este grupo
Molosquinal
- Mecanismo de acción: análogo sintético de la hormona juvenil, bloquea el desarrollo larvario normal.
- Ejemplos de productos: moloskinal-250, agromolos, juvenil.
- Ventajas: alta eficacia contra larvas, baja toxicidad para mamíferos, acción sistémica.
- Desventajas: toxicidad para insectos benéficos, posible desarrollo de resistencia, riesgo ambiental.
Lyroil
- Mecanismo de acción: afecta la metamorfosis, provocando desorientación del desarrollo en los insectos.
- Ejemplos de productos: lyroil-150, agrolyro, metamorphozin.
- Ventajas: eficaz contra una amplia gama de plagas, acción sistémica, baja toxicidad para los mamíferos.
- Desventajas: toxicidad para las abejas y otros insectos beneficiosos, posible contaminación del suelo y del agua, desarrollo de resistencia.
Tripectanil
- Mecanismo de acción: imita a los ecdisteroides, interrumpiendo la muda y la metamorfosis.
- Ejemplos de productos: tripectanil-200, agripect, ecdisterol.
- Ventajas: alta eficacia contra larvas y pupas, acción sistémica, baja toxicidad para mamíferos.
- Desventajas: toxicidad para insectos benéficos, posible acumulación en el suelo y el agua, desarrollo de resistencia.
Virfenfurón
- Mecanismo de acción: análogo sintético del efecto, altera el equilibrio hormonal de los insectos.
- Ejemplos de productos: virfenfuron-100, agrovirfen, effectofuron.
- Ventajas: amplio espectro de acción, alta estabilidad, acción sistémica.
- Desventajas: toxicidad para las abejas y otros insectos beneficiosos, posible contaminación ambiental, desarrollo de resistencia.
Depenrol
- Mecanismo de acción: afecta los procesos reproductivos, reduciendo la capacidad de reproducción de los insectos.
- Ejemplos de productos: depenrol-50, agropen, reproductol.
- Ventajas: eficaz para el control poblacional a largo plazo, baja toxicidad para los mamíferos, acción sistémica.
- Desventajas: toxicidad para insectos benéficos, posible acumulación en el suelo y el agua, desarrollo de resistencia.
Insecticidas hormonales y su impacto en el medio ambiente
Impacto en los insectos beneficiosos
- Los insecticidas hormonales son tóxicos para los insectos benéficos, como abejas, avispas y otros polinizadores, así como para los insectos depredadores que controlan naturalmente las poblaciones de plagas. Esto provoca una reducción de la biodiversidad y la alteración del equilibrio del ecosistema, lo que afecta negativamente la productividad agrícola y la biodiversidad.
Niveles residuales de insecticidas en el suelo, el agua y las plantas.
- Los insecticidas hormonales pueden acumularse en el suelo durante largos periodos, especialmente en condiciones de alta humedad y temperatura. Esto provoca la contaminación de las fuentes de agua por escorrentía e infiltración. En las plantas, los insecticidas hormonales se distribuyen por todas sus partes, incluyendo hojas, tallos y raíces, lo que promueve la protección sistémica, pero también provoca su acumulación en los alimentos y el suelo, lo que podría afectar la salud humana y animal.
Fotoestabilidad y descomposición de insecticidas en la naturaleza
- Muchos insecticidas hormonales presentan una alta fotoestabilidad, lo que aumenta su persistencia ambiental. Esto impide su rápida descomposición bajo la luz solar y contribuye a su acumulación en el suelo y los ecosistemas acuáticos. La alta resistencia a la descomposición dificulta la eliminación de los insecticidas hormonales del medio ambiente y aumenta el riesgo de su impacto en organismos no objetivo.
Biomagnificación y acumulación en las cadenas alimentarias
- Los insecticidas hormonales pueden acumularse en el organismo de insectos y animales, transfiriéndose a través de la cadena alimentaria y causando biomagnificación. Esto conlleva mayores concentraciones de insecticidas en niveles tróficos superiores, incluyendo depredadores y humanos. La biomagnificación de los insecticidas hormonales genera graves problemas ecológicos y de salud, ya que la acumulación de insecticidas puede causar intoxicaciones crónicas y trastornos de salud en animales y humanos.
Resistencia de los insectos a los insecticidas
Causas de la resistencia
- La resistencia de los insectos a los insecticidas hormonales se debe a mutaciones genéticas y a la selección de individuos resistentes mediante el uso repetido del insecticida. El uso frecuente e incontrolado de insecticidas hormonales acelera la propagación de genes resistentes entre las poblaciones de plagas. El incumplimiento de las dosis y los programas de aplicación también acelera el desarrollo de resistencia, lo que reduce la eficacia del insecticida.
Ejemplos de plagas resistentes
- Se ha observado resistencia a los insecticidas hormonales en diversas especies de plagas de insectos, como moscas blancas, pulgones, polillas y algunos escarabajos. Estas plagas presentan una menor sensibilidad a los insecticidas, lo que dificulta su control y obliga a utilizar productos más caros y tóxicos o a recurrir a métodos de control alternativos.
Métodos para prevenir la resistencia
- Para prevenir el desarrollo de resistencia a los insecticidas hormonales en los insectos, es necesario rotar insecticidas con diferentes modos de acción, combinar métodos de control químico y biológico, y aplicar estrategias de manejo integrado de plagas. También es importante seguir las dosis y los esquemas de aplicación recomendados para evitar la selección de individuos resistentes y mantener la eficacia de los productos a largo plazo.
Pautas de aplicación de seguridad
Preparación de soluciones y dosificaciones
- La preparación adecuada de las soluciones y la dosificación precisa de los insecticidas son fundamentales para el uso eficaz y seguro de los insecticidas hormonales. Es fundamental seguir estrictamente las instrucciones del fabricante para la preparación y dosificación de las soluciones a fin de evitar la sobredosificación o un tratamiento inadecuado de las plantas. El uso de herramientas de medición y agua de calidad ayuda a garantizar la precisión de la dosificación y la eficacia del tratamiento.
Uso de equipo de protección al trabajar con insecticidas
- Al trabajar con insecticidas hormonales, se debe utilizar equipo de protección adecuado, como guantes, mascarillas, gafas protectoras y ropa de protección, para minimizar el riesgo de exposición al insecticida en el cuerpo humano. El equipo de protección ayuda a prevenir el contacto con la piel y las mucosas, así como la inhalación de vapores tóxicos del insecticida.
Recomendaciones para el tratamiento de plantas
- Aplique insecticidas hormonales a las plantas por la mañana o al atardecer para evitar la exposición a polinizadores, como las abejas. Evite la aplicación durante el calor y el viento, ya que esto puede provocar que el insecticida se propague y contamine plantas y organismos beneficiosos. También se recomienda considerar la fase de crecimiento de la planta, evitando el tratamiento durante las etapas activas de floración y fructificación.
Cumplir con los períodos de espera antes de la cosecha
- Respetar los tiempos de espera recomendados antes de la cosecha tras la aplicación de insecticidas hormonales garantiza la seguridad del consumo y evita que los residuos de insecticidas entren en los productos alimenticios. Es importante seguir las instrucciones del fabricante sobre los tiempos de espera para evitar riesgos de intoxicación y garantizar la calidad del producto.
Alternativas a los insecticidas químicos
Insecticidas biológicos
- El uso de entomófagos, preparaciones bacterianas y fúngicas ofrece una alternativa ecológicamente segura a los insecticidas químicos. Los insecticidas biológicos, como el Bacillus thuringiensis, controlan eficazmente las plagas de insectos sin dañar a los organismos benéficos ni al medio ambiente. Estos métodos contribuyen al manejo sostenible de plagas y a la conservación de la biodiversidad.
Insecticidas naturales
- Los insecticidas naturales, como el aceite de neem, las infusiones de tabaco y las soluciones de ajo, son seguros para las plantas y el medio ambiente y ayudan a controlar las plagas. Estos productos tienen propiedades repelentes e insecticidas, lo que permite un control eficaz de las poblaciones de insectos sin necesidad de productos químicos sintéticos. Los insecticidas naturales pueden combinarse con otros métodos para obtener los mejores resultados.
Trampas de feromonas y otros métodos mecánicos
- Las trampas de feromonas atraen y destruyen plagas de insectos, reduciendo su número y previniendo su propagación. Otros métodos mecánicos, como las trampas y barreras adhesivas, también ayudan a controlar las poblaciones de plagas sin necesidad de productos químicos. Estos métodos son eficaces y ambientalmente seguros para el manejo de plagas.
Ejemplos de insecticidas más populares de este grupo
Molosquinal
- Ingrediente activo: moloskinal
- Mecanismo: se une a la hormona juvenil, bloqueando el desarrollo normal de las larvas.
- Aplicación: cultivos de hortalizas, árboles frutales.
- Productos: moloskinal-250, agromolos, juvenil
Lyroil
- Ingrediente activo: lyroil
- Mecanismo: afecta la metamorfosis, provocando desorientación en el desarrollo del insecto.
- Aplicación: cultivos de hortalizas y frutas, horticultura.
- Productos: lyroil-150, agrolyro, metamorphozin
Tripectanil
- Ingrediente activo: tripectanil
- Mecanismo: imita a los ecdisteroides, interrumpiendo la muda y la metamorfosis.
- Aplicación: cultivos de hortalizas y frutas, plantas ornamentales.
- Productos: tripectanil-200, agripect, ecdisterol
Virfenfurón
- Ingrediente activo: virfenfurón
- Mecanismo: altera el equilibrio hormonal, provocando parálisis y muerte de las plagas.
- Aplicación: cultivos hortícolas, frutales y ornamentales.
- Productos: virfenfuron-100, agrovirfen, effetofuron
Depenrol
- Ingrediente activo: depenrol
- Mecanismo: afecta los procesos reproductivos, reduciendo la capacidad de reproducción de los insectos.
- Aplicación: cultivos de hortalizas y frutas, horticultura.
- Productos: depenrol-50, agropen, reproductol
Ventajas y desventajas
- Ventajas
- Alta eficacia contra una amplia gama de plagas de insectos.
- Especificidad de acción, impacto mínimo en los mamíferos.
- Distribución sistémica en la planta, proporcionando protección a largo plazo.
- Baja toxicidad para los insectos beneficiosos cuando se aplica correctamente.
- Desventajas
- Toxicidad para los insectos beneficiosos, incluidas las abejas y las avispas.
- Desarrollo potencial de resistencia en plagas de insectos
- Posible contaminación de fuentes de suelo y agua
- Mayor coste de algunos productos en comparación con los insecticidas tradicionales
Riesgos y precauciones
- Impacto en la salud humana y animal: Los insecticidas hormonales pueden afectar significativamente la salud humana y animal si se usan incorrectamente. Su ingestión puede causar síntomas de intoxicación, como mareos, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y, en casos graves, convulsiones y pérdida del conocimiento. Los animales, especialmente las mascotas, también corren el riesgo de intoxicación si el insecticida entra en contacto con su piel o si ingieren plantas tratadas.
- Los síntomas de intoxicación por insecticidas hormonales incluyen mareos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad, dificultad para respirar, convulsiones y pérdida del conocimiento. Si el insecticida entra en contacto con los ojos o la piel, puede causar irritación, enrojecimiento y ardor. En caso de ingestión, busque atención médica de inmediato.
- Primeros auxilios en caso de intoxicación: si se sospecha intoxicación con insecticidas hormonales, suspenda inmediatamente el contacto con el insecticida y enjuague la piel o los ojos afectados con abundante agua durante al menos 15 minutos. En caso de inhalación, busque aire fresco y busque atención médica. En caso de ingestión, llame a emergencias y siga las instrucciones de primeros auxilios del envase del producto.
Prevención de plagas
- Los métodos alternativos de control de plagas, como la rotación de cultivos, el acolchado, la eliminación de plantas infectadas y la introducción de variedades resistentes, ayudan a prevenir la aparición de plagas y reducen la necesidad de insecticidas. Estos métodos crean condiciones desfavorables para las plagas de insectos y fortalecen la salud de las plantas. Los métodos de control biológico, como el uso de entomófagos y otros depredadores naturales de insectos, también son herramientas eficaces de prevención.
- El riego adecuado, la eliminación de hojas caídas y restos vegetales, y el mantenimiento de la limpieza del jardín crean condiciones desfavorables para la reproducción y propagación de plagas. Instalar barreras físicas, como mallas y bordes, ayuda a evitar que las plagas lleguen a las plantas. La inspección regular de las plantas y la eliminación oportuna de las partes dañadas también reducen su atractivo para las plagas.
Conclusión
El uso racional de insecticidas hormonales desempeña un papel importante en la protección de las plantas y en el aumento del rendimiento de las plantas agrícolas y ornamentales. Sin embargo, es fundamental seguir las normas de seguridad y considerar los aspectos ambientales para minimizar los impactos negativos en el medio ambiente y los organismos benéficos. Un sistema integrado de control de plagas...
Un enfoque de gestión que combina métodos de control químico, biológico y cultural promueve el desarrollo agrícola sostenible y la conservación de la biodiversidad. Asimismo, es crucial continuar la investigación de nuevos insecticidas y métodos de control para reducir los riesgos para la salud humana y los ecosistemas.
Preguntas frecuentes (FAQ)
- ¿Qué son los insecticidas hormonales y para qué se utilizan?
Los insecticidas hormonales son sustancias químicas que imitan o alteran los procesos hormonales en los insectos. Se utilizan para controlar las poblaciones de plagas, interfiriendo en su desarrollo, metamorfosis y funciones reproductivas.
- ¿Cómo afectan los insecticidas hormonales al sistema nervioso de los insectos?
Los insecticidas hormonales afectan el sistema nervioso de los insectos modulando las señales hormonales responsables del desarrollo y la metamorfosis. Esto provoca la activación continua de los impulsos nerviosos, la parálisis y la muerte de los insectos.
- ¿Son los insecticidas hormonales perjudiciales para los insectos beneficiosos, como las abejas?
Sí, los insecticidas hormonales son tóxicos para los insectos benéficos, como las abejas y las avispas. Su uso requiere un estricto cumplimiento de la normativa para minimizar el impacto en estos insectos.
- ¿Cómo podemos prevenir el desarrollo de resistencia en los insectos a los insecticidas hormonales?
Para prevenir la resistencia, es necesario rotar insecticidas con diferentes modos de acción, combinar métodos de control químicos y biológicos y adherirse a las dosis y esquemas de aplicación recomendados.
- ¿Qué problemas ecológicos están asociados con el uso de insecticidas hormonales?
El uso de insecticidas hormonales conduce a una reducción de las poblaciones de insectos beneficiosos, a la contaminación del suelo y del agua y a la acumulación de insecticidas en las cadenas alimentarias, lo que causa graves problemas ecológicos y de salud.
- ¿Se pueden utilizar insecticidas hormonales en la agricultura ecológica?
No, los insecticidas hormonales no cumplen los requisitos de la agricultura ecológica debido a su naturaleza sintética y su potencial impacto negativo sobre el medio ambiente y los organismos benéficos.
- ¿Cómo se deben aplicar los insecticidas hormonales para lograr la máxima eficacia?
Es necesario seguir estrictamente las instrucciones del fabricante sobre dosis y aplicación, tratar las plantas durante las horas de la mañana o de la tarde, evitar el tratamiento durante la actividad de los polinizadores y asegurar una distribución uniforme del insecticida sobre las plantas.
- ¿Existen alternativas a los insecticidas hormonales para el control de plagas?
Sí, existen insecticidas biológicos, remedios naturales (aceite de neem, soluciones de ajo), trampas de feromonas y métodos de control mecánico que pueden utilizarse como alternativas a los insecticidas hormonales.
- ¿Cómo se puede minimizar el impacto ambiental de los insecticidas hormonales?
Utilice el insecticida sólo cuando sea necesario, siga las dosis recomendadas y los programas de aplicación, evite contaminar las fuentes de agua y aplique métodos de manejo integrado de plagas para reducir la dependencia de los agentes químicos.
- ¿Dónde se pueden comprar insecticidas hormonales?
Los insecticidas hormonales están disponibles en tiendas agrícolas especializadas, tiendas en línea y proveedores de productos fitosanitarios. Antes de comprarlos, asegúrese de la legalidad y seguridad de los productos utilizados.