Insecticidas: clasificación, ejemplos y su uso
Last reviewed: 29.06.2025

Los insecticidas son sustancias químicas o biológicas diseñadas para destruir plagas de insectos, controlar su población y prevenir los daños que pueden causar a plantas y explotaciones agrícolas. Desempeñan un papel crucial en la agricultura, la horticultura e incluso en el ámbito doméstico, ayudando a proteger las plantas de diversos insectos como pulgones, moscas, cucarachas, mosquitos y otros.
Los insecticidas se pueden clasificar según diversos criterios, como su mecanismo de acción, estructura química, método de aplicación y área de uso. Analicemos cada clasificación con más detalle.
Clasificación de insecticidas
Por mecanismo de acción
Los insecticidas pueden afectar a los insectos de diferentes maneras, desde el contacto directo hasta la inhalación o a través del sistema digestivo.
- Insecticidas de contacto: Estos insecticidas actúan a través de la piel de los insectos. Penetran en el cuerpo a través de la epidermis y alteran el sistema nervioso, provocando la muerte del insecto. Ejemplos de insecticidas de contacto son los piretroides (permetrina, deltametrina). Bloquean la transmisión de impulsos nerviosos, causando parálisis y la muerte del insecto.
- Insecticidas estomacales: estas sustancias actúan a través del tracto digestivo del insecto. Ingresan al cuerpo por la boca cuando los insectos ingieren hojas, tallos u otras partes de plantas que contienen el insecticida. Estas sustancias se utilizan a menudo contra insectos que se alimentan de plantas. Algunos ejemplos son los organofosforados y los carbamatos, como el malatión y el carbofos. Estos bloquean enzimas necesarias para el funcionamiento normal del sistema nervioso del insecto.
- Insecticidas inhalantes: Estos insecticidas actúan cuando el insecto inhala la sustancia. Causan intoxicación a través del sistema respiratorio, alterando el intercambio gaseoso y provocando la muerte. Algunos ejemplos son los fumigantes utilizados para tratar espacios interiores contra insectos como moscas, cucarachas y otros.
- Insecticidas sistémicos: penetran en los tejidos vegetales y actúan desde el interior. Estas sustancias protegen eficazmente a las plantas de los insectos que se alimentan de sus jugos, como pulgones, moscas blancas y otros. Ejemplos de insecticidas sistémicos son el imidacloprid y el tiametoxam. Penetran en los tejidos vegetales y se propagan por toda la planta, lo que las hace tóxicas para los insectos que consumen las hojas u otras partes de la misma.
Por composición química
Los insecticidas también se pueden clasificar según su estructura química. Grupos principales:
- Insecticidas clorados: estas sustancias contienen cloro y se encuentran entre los primeros tipos de insecticidas. Tienen un efecto duradero, pero pueden acumularse en el organismo y contaminar el medio ambiente. Algunos ejemplos son el DDT, la aldrina y el clordano. Estos insecticidas suprimen el sistema nervioso de los insectos, pero presentan una alta toxicidad y pueden afectar negativamente la salud humana y animal.
- Insecticidas organofosforados: Este grupo de insecticidas afecta las enzimas necesarias para el funcionamiento normal del sistema nervioso del insecto. Algunos ejemplos son el malatión y la fosfamida. Estas sustancias presentan menor toxicidad para los humanos que los insecticidas clorados, pero aun así pueden ser perjudiciales para el ecosistema si se usan incorrectamente.
- Piretroides: son insecticidas sintéticos estructuralmente similares a las piretrinas naturales derivadas del crisantemo. Actúan sobre el sistema nervioso del insecto, causando parálisis. Algunos ejemplos son la permetrina y la deltametrina. Estas sustancias se utilizan tanto en el hogar como en la agricultura para proteger las plantas.
- Neonicotinoides: son análogos sintéticos de la nicotina que actúan sobre el sistema nervioso de los insectos. Bloquean los receptores nerviosos, causando parálisis y la muerte. Algunos ejemplos son el imidacloprid y el acetamiprid. Estas sustancias actúan rápidamente, pero debido a su toxicidad para las abejas y otros insectos benéficos, su uso plantea riesgos ambientales.
- Insecticidas biológicos: estos preparados contienen sustancias activas de origen natural, como bacterias (p. ej., Bacillus thuringiensis), hongos (Metarhizium) o virus que infectan a los insectos. Estos insecticidas son seguros para humanos y animales, pero eficaces contra ciertas plagas.
Por área de aplicación
Los insecticidas se pueden utilizar en diversos campos, incluidos la agricultura, la horticultura y los entornos domésticos.
- Insecticidas agrícolas: se utilizan para proteger los cultivos de plagas como pulgones, escarabajos, moscas y otros. Algunos ejemplos son carbofos, gomel y actellik.
- Insecticidas forestales: se utilizan para proteger los bosques de insectos como los escarabajos de la corteza, que pueden causar graves daños. Algunos ejemplos son Forsight y Rogor.
- Insecticidas domésticos: se utilizan en interiores para combatir plagas como cucarachas, moscas, mosquitos y otras. Algunos ejemplos incluyen Raid, Raptor, geles y aerosoles para cucarachas.
- Insecticidas médicos: se utilizan para combatir insectos vectores de enfermedades, como los mosquitos transmisores de la malaria. Ejemplo: diclorvos.
Por método de acción
- Fumigantes: Estos insecticidas actúan por vía aérea, propagándose dentro de una habitación o en el exterior. Eliminan insectos que inhalan vapores tóxicos. Algunos ejemplos incluyen gas sulfuroso y sales de sodio.
- Mezclas de insecticidas: estos productos contienen varios componentes activos, cada uno de los cuales actúa en diferentes etapas del ciclo de vida del insecto. Ayudan a combatir una amplia gama de plagas. Ejemplo: Aktara.
Ejemplos de insecticidas
- Imidacloprid (neonicotinoide): es un insecticida sistémico que penetra en los tejidos vegetales y los protege de plagas como pulgones y moscas blancas. Se utiliza activamente para proteger cultivos como patatas, tomates y otras hortalizas.
- Deltametrina (piretroide): insecticida de contacto utilizado para combatir moscas, cucarachas y otras plagas en los hogares, así como para proteger las plantas en invernaderos y jardines.
- Malatión (insecticida organofosforado): ampliamente utilizado en la agricultura para combatir diversas plagas como mosquitos, moscas y pulgones. También se utiliza para el tratamiento de frutas y verduras.
- Bacillus thuringiensis (insecticida biológico): un insecticida seguro para humanos y animales que se utiliza para combatir larvas de insectos como gusanos de la col y otras plagas.
- Permetrina (piretroide): insecticida de contacto utilizado para combatir plagas domésticas como hormigas, cucarachas y otras, así como para proteger las plantas de los insectos en el jardín.
- Gomel (insecticida clorado): Se utiliza en agricultura para combatir plagas como la mosca blanca, los escarabajos y otras. Tiene un efecto duradero y una alta toxicidad para los insectos.
- Actellik (piretroide): se utiliza en invernaderos y horticultura para controlar pulgones, ácaros y otras plagas. Es eficaz contra la araña roja y otros insectos pequeños.
- Raptor (piretroide): ampliamente utilizado en los hogares para matar cucarachas, hormigas, moscas y otras plagas.
- Fosfamida (insecticida organofosforado): se utiliza para controlar plagas en hortalizas y frutales. Eficaz contra larvas e insectos adultos.
- Permetrina (piretroide): se utiliza para combatir parásitos como piojos, pulgas y también para proteger contra mosquitos y otras plagas.
Conclusión
Los insecticidas desempeñan un papel importante en la protección de los cultivos agrícolas y las plantas domésticas contra las plagas. La elección del insecticida depende del tipo de plaga, la zona de aplicación y los riesgos ambientales. Los insecticidas modernos ofrecen una amplia gama de posibilidades para un control eficaz de plagas, desde agentes de contacto hasta soluciones biológicas.